sábado, 2 de enero de 2010

¡Hasta pronto!

Unas niñas venden flores cerca de Vasant Vihar, Delhi.


La verdad es que el final y cierre de este blog me está costando trabajo.


Una vez celebrado Navidad, Noche Buena, Fin de Año y Año Nuevo dedico unos instantes a pensar en todo lo que ha significado este año. Sigo necesitando mucho tiempo para asimilar... Pero quiero dedicar esta entrada a todos los que habéis formado parte de esta aventura maravillosa.

Dice Saramago que el paisaje es un estado de ánimo, yo creo que a mi me ha gustado tanto la India porque allí he sido muy feliz. Y desde luego eso se debe a la gente con la que he convivido.





Una construcción mogol, como se llama el período mongol en India, cerca de Hauz Khas.


El templo de Sree Neelachala, entre Hauz Khas y Green Park.



Quiero cerrar el círculo del viaje con las fotos de mi primer día en Delhi, hace ya casi un año. Recuerdo ahora la primera vez que fui a trabajar y lo extraño que me pareció todo. Después de un tiempo, me aprendí el camino pero nunca llegué al trabajo o a casa sin sorprenderme de algo. Las sorpresas de cada día eran de las cosas que más me gustaban de India.



Por cierto, Felipe se recupera a la velocidad del rayo en su casa de Madrid. Otra aventura para el recuerdo.
Os dejo también un vídeo que le han hecho sus amigos de informática del ICEX.

Felipe y su amigo Juan, en Lilavati Hospital, Mumbai. Es el hospital al que va el Dalai Lama y todos los actores de Bollywood cuando enferman. De primera categoría.


Por mi parte, a partir del 15 de enero estaré trabajando también en Madrid en Castillo de Canena. Una empresa jienense de aceite de oliva gourmet que exporta a todo el mundo, trabajaré en Asia y Australia, así que quién sabe lo mismo me da el año para hacer un nuevo blog... Y ya sabéis si queréis aceite del bueno bueno ¡contad conmigo!




En el ricksaw camino al trabajo, Delhi.



¡Sed felices!


¡Suerte con los Reyes!

¡Hasta siempre!

Clara