Felipe ya viaja de vuelta a casa. Todos contentos y cansados. Espero que se siga recuperando igual de rápido en Madrid.
Yo acabo de volver a Delhi con poco tiempo para hacer la maleta, terminar las cosas del trabajo e irme primero a Madrid y luego a Cádiz.
Antes que se me olvide os dejo con algunas impresiones de Tailandia.
Cuando llegas a Bangkok después de casi un año viviendo en Delhi parece que te adentres en la ciudad de Futurama.
Barrio de Siam, Bangkok.
Carreteras de cuatro o cinco carriles, cada coche por su camino, enormes rascacielos, el metro, la gente moderna llevando gorras al estilo yanqui, parejas de la mano, personas dándose besos por la calle y hasta los perros vistiendo con modernos colores.
Además, cuando llegamos el sábado 5 era justamente el cumpleaños del rey, así que nos unimos al festival de comida, pelados gratis y música de las calles del centro.
Albert degustando un plato típico, detrás María y una foto del rey, adorado como un dios.
El buda reclinado, de 46 metros de largo.
Los monjes tienen un especial trato en el país, existen hasta sillas reservadas en metros y autobuses para estos sacerdotes.
Tulika y yo en el albergue, Suk 11. Muy recomendable.
Tulika es mi amiga desde mi Erasmus en Amsterdam. Es holandesa pero su familia es india, está trabajando con una ONG por los derechos humanos en Birmania. Denuncian las barbaridades que cometen las petroleras aliadas con el régimen militar del país. Una tia muy grande. Ha estudiado derecho internacional. Habla inglés, holandés y hindi, como lenguas maternas. Además de perfecto español, así como alemán y francés. Podría trabajar para cualquier buffete de abogados del mundo pero prefiere trabajar en una ONG pequeñita al Norte de Tailandia. El dinero no le importa nada, aunque a su familia india le cueste trabajo entenderlo.
Es una suerte seguir conservándola como amiga :)
Las playas de Ko Pi Pi. Buscando un lugar tranquilo.
Después de unos días en BKK nos dedicamos a pasear el palmito de playa en playa, de bar en bar y bucear con tubo para ver los miles de peces de colores.
Hay que entrar nadando hasta la pequeña playa del interior. Es una isla con un agujero. Si no fuera porque estaba llena de chinos escandalosos hubiera sido un lugar paradisiaco para descansar.
Aquí se rodó la famosa película de Di Caprio que desgraciadamente le ha dado mucha fama a la zona, por lo que ahora es invadida por hordas de turistas.
Muy recomendable al pasar por BKK darse un masaje de pies con pececitos.